Calamaro ON THE ROCK : más aconsejable que un whisky

“On the Rock” es el disco 2010 del gran Andrés. Material que marca su vuelta a los estudios con canciones nuevas tras la edición del exitosísimo “La Lengua Popular” de 2007.

El nuevo material continúa la línea de su antecesor «La lengua Popular» y deja para el cancionero Calamaro, un grupo de nuevas canciones plausibles de ser hits. El disco cuenta con la colaboración en producción de Candy Caramelo, Guido Nisenson y Rafael Arcaute, y se destaca por las participaciones de diferentes artistas en varios de los tracks del disco.

Según palabras  del propio artista, el disco que aparece con el término “rock” como definición, termina siendo por varios pasajes del mismo una “provocación a los fundamentalistas del rock”, ya que en definitiva el disco transita por caminos distantes pero no paralelos por los que transita el rock. El flamenco, el rap, el pasodoble o la canción mexicana se hacen presentes a lo largo de las canciones, con un detalle interesante, y es que en muchos casos Calamaro convocó a referentes del género para darle cierta contundencia a su propuesta.

Es así que por ejemplo en la canción `Barcos’ donde transita por el flamenco y la música española, cuenta con la participación de la guitarra Niño Josele, quien ya había participado con el artista en anteriores ediciones, y con la voz de Diego El Cigala, un referente del canto que impregna a la canción de cierta autenticidad buscada a propósito por el cantante, según él mismo confesó.

Una de las participaciones mejor logradas fue la de El Langui que rapea en la canción ‘Te extraño’, una balada pegadiza que sin mayores ambiciones  en su letra, nos bombardea con pequeñas frases comunes pero siempre sentidas. El Langui, Juan Manuel Montilla, es el rapero de La Excepción, un trío español de rap y canción urbana, formado a comienzo de la década pasada y que cuentan con 3 discos muy bien conceptuados en España dentro del género. La otra participación destacada es la de Calle 13, que participa en ‘Insoportablemente Cruel’, una balada que apunta al corazón y desafía al amor con esa carga de entrega y odio que genera el despecho cuando el corazón no acepta la razón. Quizás sea la canción mejor lograda del disco.

En contraposición a lo anterior, la presencia de Bunburi es de lo más flojo del disco. Más allá del valor de que dos grandes vuelvan a reunirse tras un micrófono, el resultado final no termina de convencer a nadie, quizás la debilidad en esta reunión cumbre esté en la elección de la canción a interpretar, ‘Te solté la rienda’, original de José Alfredo Giménez que por más que se le intentó dar la consistencia folk mexicana que la canción requiere, el resultado no termina de convencer. Pero si de participaciones hablamos, sin duda que la más exitosa ha sido la de Vicentico, el crooner argentino por excelencia en estos días participa en ‘Tres Marías’, el hit del disco. Una canción de esas que como lo fue ‘Minibar’ en el disco anterior, uno sabe apenas oírla que puede llegar lejos en materia de repercusión. Como frutilla, la canción incluye algunas palabras de la hija de Calamaro de apenas 3 años. El video de ésta canción que fue elegida como segundo corte de difusión ha sido de lo más comentado del año, por la participación fundamentalmente de Aníbal Fernandez y una pléyade de artistas donde entre otros aparecen Dante, Emanuel Horvilleur, Miranda!, Pablo Lescano y el propio Vicentico.

El éxito de éste segundo corte superó al de la carta de presentación del disco que había sido ‘Los Divinos’, una canción con un término medio que va creciendo de a poco mientras el estribillo reitera “hoy es hoy, ayer fue hoy ayer”, frase típica del mejor Calamaro; una de esas frases que requiere un razonamiento para luego concluir en una obviedad.

‘Flor de Samurai’ y ‘Gomontonera’, son de lo más heavy del disco; apuntando a la guitarra y la velocidad, con una buena dosis de rock para dejar conformes a los fundamentalistas a los que Andrés hizo referencia.

Luego el disco contiene tres canciones con un sentido más punky y típicas de estadio, ‘Me envenenaste’, con un reclamo inusual a una madre, ‘El Perro’, donde apunta a una letra de contenido reivindicativo, hablando por lo claro, fuerte y en forma directa,  y ‘El pasodoble de los amigos ausentes’, donde referencia a Tanguito, ‘La balsa’ de Los Gatos y el ‘Hoochie coochie man’. Sonidos que tienen el sello Calamaro y que el artista ha impuesto ya desde la primera etapa de Los Rodríguez, por lo que nada nos es ajeno.

El disco se completa con ‘Todos se van’, quizás la mejor balada del disco, donde cuestiona la soledad desde una ausencia a la cual todos estamos expuestos.

Un disco con el sello Calamaro. Un sello alcanzado con la edición de ‘El Salmón’ hace diez años, que se acentuó con la “Lengua Popular” hace tres, y se reitera ahora; un disco donde a la hora de elegir un hit solo bastaría con tomar una de las canciones incluidas en el disco y difundirla. Es que el Cantante ya ha pasado la línea que divide a los grandes del resto y hoy cualquiera puede no sentirse atraído por sus realizaciones, pero nadie puede desconocer que Andrés tiene un estilo definido y un camino recorrido por demás consolidado, al punto de no tener que esperar nada de nadie y sentirse libre de expresar lo que tenga ganas.

Un disco que aunque no quede en el podio de los mejores trabajos del artista, su contenido le alcanza y sobra para estar entre lo mejor de este año 2010.

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Fernando García

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