TV basura vs. TV seria

Duras acusaciones han enfrentado a reconocidas personalidades del ambiente artístico nacional que en otros tiempos fueron parte de la televisión local con las propuestas de canales privados que tienden a parecerse a los contenidos de la televisión argentina.

TV Basura vs. TV Seria

Una de esas acusaciones venía de la mano del actor, escritor y director Jorge Denevi, que en otros tiempos supo ser parte principalmente de programas de Canal 12 como fueron Telecataplum y Plop. Ante la aparición del programa La City de Montecarlo TV y entrevistado en el programa de TV Ciudad llamado Reporte Descomunal, criticó a los programas y personalidades argentinas que recalan en nuestro medio adjetivándolos de «inmundicias» refiriéndose al ya mencionado programa La City y a ShowMatch.

También se despachó Julio Frade con declaraciones que la mayoría de los medios sacó de contexto cuando mencionó que los canales privados si solo les importa hacer dinero deberían dedicarse mejor a vender pasta base que a hacer programas de TV porque era mejor negocio, aunque no estaba hablando en sí de la pasta base sino como una forma de explicar su sentimiento en cuanto al concepto de la TV como negocio.

Por otra parte, los conductores de La City, Luis Ventura y Rafa Juli, defendieron a capa y espada su apuesta en la farándula uruguaya y su estilo de hacer TV, sobre todo Juli, que intentó defender a gritos y casi con un estilo desesperado que parecía más una parodia que una discusión con altura (aunque le sirvió al programa para aumentar su audiencia), aunque su compañero en la conducción (Ventura) tuvo mejor tacto sobre el asunto.

Así, mencionados, aparecen 2 ideas contrapuestas y bien diferenciadas.

Por un lado, aquellos que mencionan a la TV uruguaya actual como TV Basura o Chatarra, con contenidos superfluos basado en las vanidades de las personalidades mediáticas y que apela al morbo y a la pelea mediática. Estos defienden lo que llaman una TV Seria.

Por otra parte, aquellos que defienden el estilo de la TV de chimentos y programas que basan su contenido en la información de peleas mediáticas o el show de colas bonitas y rubias esculturales, con el solo interés en divertir por medio de un show apelan a que la TV es un entretenimiento y mientras a la gente le guste lo que ve y los apoye mirándolos hay que seguir dándole eso.

Pero, ¿por qué éstos programas de chimentos tienen tanto rating?

Quizá porque ver a los famosos peleando los hace acercarlos a nuestro nivel social… que nos peleamos todos los días con nuestro vecino, nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos. Nos hace por un momento parecernos a ellos y de que los ídolos no están tan alejados de lo que nosotros somos como individuos.

Los que defienden este tipo de programa reproducen a diestra y siniestra la frase «le damos a la gente lo que quiere ver…, aunque en el fondo esto no sea del todo cierto, ya que la gente elije entre lo que le presentan… si todos emiten los mismos tipos de programación… probablemente elijamos uno, pero no necesariamente el que más nos guste.

Estos acusan a los abanderados de la tv intelectual o seria de ser acartonados, de ser censuradores y querer darle a la gente una tv aburrida, aunque esto tampoco es del todo cierto puesto que este tipo de programas no tiene porque ser aburrido… y quizás ahí está el problema. La TV educativa o también la llamada intelectual o cultural ha sido históricamente una TV para cierta elite… aburrida y lenta, pero no tiene porque ser así, lo ideal para una sociedad parecería ser una TV que nos haga pensar, discernir pero con un nivel creativo que haga que verla sea divertido.

Ni una cosa, ni la otra

Ni Jorge Denevi, ni Julio Frade son un paradigma de la TV inteligente, con contenidos creativos, ni los programas de show mediáticos y peleas de la farándula son «lo que la gente quiere ver».

Si bien, se puede decir que Jorge Denevi y Julio Frade fueron partícipes de lo más conocido en el humor de nuestra TV uruguaya (cuando nuestra TV tenía humor uruguayo aún) y son reconocidos por ello, incluso de cruzar y hacer varios éxitos en la TV Argentina, dista bastante de ser, salvo escasas excepciones lo mejor de la TV de contenidos que hoy reclaman (caso de excepciones «Por las calles de Montevideo» en Telecataplum o «Las Vecinas» con las inolvidables Imilce Viñas y Laura Sánchez y algunos otros sketches memorables; y «El Chicho», en épocas de finales de la dictadura en que por lo bajo se tiraba alguna línea política y algún que otro sketch más en Decalegrón).

Pero no puedo olvidar que en mi adolescencia me hartaba un Decalegrón repetido hasta el hartazgo en sus chistes y sketches y que no me hacía más que esbozar un enorme bostezo… como digo… salvo escasas excepciones. Ni puedo olvidarme de las interminables noticias cantadas de Plop que en más de una ocasión me parecieron lamentables… claro que yo no era ningún académico hasta entonces y no podía desgranar un programa de TV para estudiarlo… pero tampoco lo hacía el televidente que lo miraba todos los días.

Por otra parte, la presencia de los programas argentinos no es nueva. ShowMatch (antes VideoMatch) está en nuestras pantallas desde que yo tengo memoria… al igual que Susana Giménez.

Aunque si es cierto que nuestra TV y en general nuestra cultura ha perdido identidad ayudado por esta importación de programación y contenidos en épocas de globalización. Y también es cierto que programas que SON nacionales ya que se producen aquí, con mayoría de técnicos y producción uruguaya no tienen una raíz de identidad uruguaya y no nos identifica… aunque tampoco me identifica un canal como Discovery o Warner pero no dejo de verlos por ello, porque tiene entretenimiento que me interesa.

No es verdad que se le da a la gente «lo que la gente quiere ver«… en la realidad, la gente elige lo mejor de lo que le dan para ver. Si uno no tuviera TV Cable y tuviera que elegir entre los 4 canales de aire de Montevideo (que repiten en todo el país), casi no habría diferencias en programación (por lo menos entre los canales privados) y esto es así porque los canales privados solo tienen como cometido obtener ganancias económicas de publicidad y cuánto más se mire un programa (que se mide por el rating en cantidad de televidentes) mayor es la torta publicitaria que le corresponde y por ende mayor beneficio económico y aquí es donde debe intervenir el Estado, no para «censurar» a la TV privada sino para abordar el tema de la educación de la que la televisión no es ajena… aunque por conveniencia diga que no.

Nuestra generación es más audiovisual que otra cosa… a la vista está la cantidad de estudiantes universitarios que se inclinan más por hacer una carrera que tenga que ver con la comunicación y el audiovisual que con las letras y la literatura… la TV es parte de la educación de cualquier país y eso no se puede negar. Entonces, el estado es quien tiene que reglamentar el tipo de educación que se quiere tener para sus ciudadanos y hacer partícipe de ello a uno de los medios educativos: la televisión.

Aunque a menor escala que la escuela o la familia, la TV está educando en todos nuestros hogares todos los días… para bien o para mal.

De esa forma, se asegura una participación para cada tipo de programa y cada estilo y así habría un lugar para lo que quiere Frade, Denevi, Ventura, Juli y también para lo que quiero yo (que no es nada de esto tampoco… aunque a veces me guste recordar algún sketch de Ángel Armagno en Telecataplum o a un Eduardo D’Angelo haciendo sus caracterizaciones del cine con sus «mil voces» o que también me de una vueltita por  «La City» para reírme un rato de la pelea del momento entre Carballo y la Wanda uruguaya)… pero si alguna encuestadora de las que manejan el rating me llama de seguro estaré mirando Televisión Nacional de Uruguay… por ahora… es lo que me identifica MÁS.

Alejandro Peña

Lic. en Ciencias de la Comunicación. Autor de "El lado oculto de la información" en 1997. Periodista y Publicista. Redactor. Diseñador Gráfico y Web.

3 comentarios en «TV basura vs. TV seria»

  1. También a mí me identifica hoy Televisión Nacional. Creo que ha sabido buscar una propuesta inteligente que entretiene, divierte y transmite conocimientos, más allá de preferir algún programa u otro. En realidad, hay días en los cuales el control remoto no logra atracar en puerto alguno, y seguramente la tv argentina no es toda chatarra pero al parecer se intenta emplear un conductismo desde la tv privada. El problema se genera en las cabezas de los televidentes estimulados a logros inmediatos y fáciles a través de «pisotear» al otro. Ésto se está dando cada vez más en los entornos laborales de nuestra ciudad. Cuando vemos la preocupación de mucha gente por el crecimiento de la violencia pensamos…¿no es engendrada por nosotros mismos imitando actitudes y lenguajes de éstos programas? Y aprendemos de la repetición, tarde o temprano aún hasta el más lejano a ello termina en la misma rosca….ya es tiempo de apostar a nosotros mismos y dejar de mirar para enfrente, sin miedos y elevando la autoestima, haciendo valer lo que tenemos que no es poca cosa!

  2. Alejandro, por tu última frase, no entiendo si es un sarcasmo, pero si es así estás repitiendo el mismo argumento que ventura, que la gente dice que mira el 5 pero no lo hace. Yo lo digo y lo miro y conozco mucha gente que tembién, pero nunca se ataca el punto menos visible qeu son las encuestadoras de rating, ¿porque canal está topeado en 2 puntos? porque Omar GUtiérrez mide menos que en el 4? porque a veces aparecen en los 3 primeros programas del 5 programas que ya no están al aire? sabían que el rating se mide solo en Montevideo?

  3. Estimado sogurcun, si bien fue con cierta ironía es lo contrario a lo que interpretaste. En lo personal, tengo una opinión similar a la tuya en cuanto a las encuestas que miden el rating, pero aunque podría haber mencionado algo de eso en el artículo ya era por demás muy largo para agregar mi opinión con respecto al rating y además no era el tema planteado.

    Las mismas dudas que tienes (que el rating se mide solo en Montevideo y que el canal está topeado en 2 puntos) yo también me las hago… y también me hago otras como por ejemplo, quien paga los servicios de las encuestadoras? (por lo que tengo entendidos son los canales privados pero no el oficial), o porque cuando los programas de los canales privados se atrasan y salen más tarde tienen puntuaciones en su horario habitual? No es que yo quiera atacar nada, pero si son preguntas que me hago, y si bien el final fue con cierta ironía… fíjate la palabra que utilizo cuando digo… «si alguna encuestadora de las que MANEJAN el rating me llama de seguro estaré mirando Televisión Nacional de Uruguay». Además te aseguro que miro más horas del canal del estado que cualquiera de los 3 canales privados de Montevideo (eso sin sarcasmo… la pura verdad.).
    Abrazo y gracias por tu comentario.

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